El proyecto de ampliación del Centro de BioIngeniería del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro, estuvo a cargo de la firma mexicana Studio de Arquitectura y Ciudad. Conoce aquí como llevaron a cabo este magno proyecto de innovación para el sector educativo.
Memoria descriptiva del proyecto
El Centro de BioIngeniería ha sido diseñado conforme a tres premisas: comunidad, bienestar humano, y eficiencia y medio ambiente. Todas estas categorías pertenecen a la certificación 4eTec, la cual mide la sustentabilidad con la que los edificios trabajan en relación con su contexto.
Concepto y contexto del proyecto
El edificio ha sido diseñado primeramente como una pieza urbana dentro de un contexto, y no como un edificio con un programa insertado en el Campus. La solución del Centro de BioIngeniería pretende liberar de programa específico el nivel de acceso, con tres objetivos logrados. El primero, generar un espacio porticado de libre acceso a toda la comunidad, el cual es actualmente el más generoso en su tipo de todo el Campus. El segundo, el jardín central que permite garantizar una temperatura controlada. Esto al generar un microclima y junto con el pórtico, un recambio de aire constante gracias al efecto Venturi por las diferencias de presión entre las corrientes de aire exterior y la interior. Y, por último, el nivel de acceso es un nivel transparente donde sólo sucede un programa específico para la comunidad.
De la misma manera, el edificio se diseñó para ser accesible por todos los usuarios a través de rampas y elementos de circulación vertical mecánica. El edificio se ha diseñado para poder ser completamente automático. A través de un sistema BMS se logra el control del sistema de HVAC, necesario para garantizar temperatura y calidad del aire. Específicamente en zonas donde se trabajan muestras y equipo de alto riesgo, así como control de las necesidades energéticas a lo largo del año. Aun cuando no se ha instalado de momento el sistema de paneles fotovoltaicos, el edificio ha considerado el poder cubrir el 100% de su demanda energética a través de este sistema. Eventualmente, el edificio se podrá conectar al resto de la infraestructura del campus para trabajar como un sistema integral.
La edificación del Centro de BioIngeniería
La propuesta estructural se basa en el desarrollo de marcos de concreto armado de alta resistencia ligados entre si mediante una línea continua de trabes, 4 nervios centrales y las dos trabes extremas. El concepto procura la continuidad y fluidez de esfuerzos. Se evitó la concentración de estos mediante la implementación de diagonales en los extremos de una planta rectangular o cuadrada; al observar la planta estructural, su concepción se interpreta como un trazado concéntrico en torno a un patio central que se apoyan en marcos de carga perpendiculares al mismo.
La subestructura es un reflejo de la optimización y simplicidad de la solución estructural. Esto es, al lograr la fluidez de esfuerzos se provoca una distribución regular de descargas y por ende una solución de alta rentabilidad económica.
La fachada se ha diseñado buscando espacios con iluminación natural, pero evitando la ganancia de calor. Los alerones de aluminio en el exterior de la fachada aseguran esto. Sumado a que se ha instalado cristal doble insulado de baja emisividad que reduce en un 33% la ganancia de calor sin dejar de permitir el paso de la luz natural. La fachada está modulada a la estructura, lo que permite poder dividir interiormente los espacios de manera intuitiva.
El valor modular del edificio se traduce hasta en sus acabados. La fachada se construyó en taller en su totalidad y solamente ensamblada en sitio. Fue posible reducir de manera importante los costos de ejecución. Gracias a que el edificio se planteó para una máxima eficiencia operativa, que afectó positivamente su proceso de edificación.
Fotografías: The Raws