+UdeB Arquitectos – Entrevista con el arquitecto Felipe Uribe

 

 

Felipe es un visionario que se aventuró a hacer arquitectura para la sociedad colombiana en un contexto marcado por la violencia y desigualdad de su país. Creador de obras emblemáticas como el Parque de los Pies Descalzos en Medellín, comparte con México DESIGN su pensamiento y obras como la Plaza de la Libertad, diseñada en conjunto con Jaime Rendón de JR Arquitectos, uno de sus más recientes trabajos. Disfruta aquí de la entrevista completa que nos brindó para la sección de Coordenadas en la Edición 55 de México DESIGN.

 

Universidad Ciudad

 

¿Cómo definirías la filosofía de +UdeB Arquitectos?

Nos interesa alejarnos de cualquier especialización tipológica o programática, más bien, nos entrenamos permanentemente en reflexiones y pensamientos de valores universales alrededor del diseño arquitectónico, postura que nos ha permitido abordar proyectos de múltiples escalas, enfoques y temáticas. 

Nos apasiona tanto un desarrollo de un mueble como un plan maestro urbano. Pensamos, repensamos y proponemos proyectos que tengan como pilar al ser que los activa o habita. Nos preocupamos por las actividades que se desarrollaran en los proyectos bajo un marco cultural y ambiental definidos gracias a una investigación cualitativa particular de corte etnográfico que revisa las oportunidades del comitente, las posibles percepciones de los futuros usuarios y las relaciones con el entorno. No ahondamos en sus necesidades conscientes, sino más bien en sus aspiraciones inconscientes. 

Creemos en soluciones de diseño atemporales que parten de una mirada integral y que nunca desconoce el valor de la arquitectura como un instrumento político y crítico. Nos interesa una arquitectura capaz de apartarse de tendencias estilísticas; una que nazca de procesos que revisen el pasado y piensen el futuro para dar paso a nuevos comportamientos y formas de relacionamiento. Nos interesan las Obras que con el tiempo se reafirmen y se mantengan vigentes en su performatividad cívica. 

 

Plaza de la Libertad

 

En retrospectiva de una trayectoria de 30 años, ¿cuáles han sido los aprendizajes más significativos de tu trabajo?

Entender la validez del autoencargo, es decir, no esperar siempre que aparezca un comitente para iniciar el diseño de un proyecto. Como arquitectos tenemos el deber ético de anticiparnos a las preguntas indispensables para repensar la ciudad y el hábitat unifamiliar. Se debe hacer con proyectos suficientemente desarrollados para contar con una fuerte capacidad explícita de comunicar, luego, vendrá la tarea indispensable de buscar la oportunidad de gestión y financiación. 

Es fundamental entender que los gobernantes siempre estarán necesitados de proyectos concretos. Las obras son las concretizaciones de sus políticas, son el legado palpable y operativo de sus mandatos. Vale toda la pena tomar riesgos por los proyectos cívicos impulsados desde el ámbito público o privado; poco vale en cambio, entregarse a especulaciones inmobiliarias desmedidas. Considero que quien no es capaz de inventar su trabajo es porque no tiene suficiente imaginación para concebir bien el proyecto. 

Siempre hay que poner en crisis el encargo, desde su programa hasta su presupuesto; es impensable poder obviar la fase de preguntas de fondo. El que se conforma con el encargo original es porque no le interesa plantear algo original. 

 

Al planear proyectos de ciudad, ¿qué se necesita para lograr resultados favorables en lugares como Medellín y Ciudad de México?

Como arquitectos se necesita, en principio, tener bien claro antes de iniciar un proceso de diseño urbano que todo lo que concebimos para la ciudad lo tenemos que entender como una sumatoria a un contexto muy amplio que nos supera en existencia. Que todo proyecto urbano debe siempre atender múltiples capas de relaciones que superen el predio, de lo contrario, no surgirá la arquitectura, solo un edificio. 

Se necesita también luchar siempre para que cada proyecto que concebimos sirva de detonante para una intervención más ambiciosa capaz de reestablecer redes urbanas, sociales y ambientales. 

 

Universidad Ciudad

 

Al trabajar en el campo de educación, ¿qué retos te has encontrado para crear espacios que brinden, además de bienestar, un ambiente estético y disfrutable en su habitar? 

El mayor reto ha sido convencer a los comitentes que una infraestructura educativa debe ser por excelencia una “fábrica de eventos creativos”. Sigue siendo muy común que se les dé un valor predominante a las aulas convencionales para impartir clases. 

Desde la arquitectura las instituciones educativas deben reforzar especialmente la noción de construcción de comunidad y fomentar a como dé lugar la creación de la subestructura pedagógica de los clubes temáticos: club de robótica o club de poesía por mencionar un par de ejemplos; ¿por qué? Por varias razones: (1) son estructuras auto regulables que contribuyen a desarrollar aptitudes organizativas y de gobernanza autónoma en sus participantes; (2) afianzan la co-creación interdisciplinaria ya que logran escaparse de la mirada especializada y miope inducida por las facultades; (3) alientan resoluciones complejas e integrales que exige la realización de proyectos con productos concretos, promoviendo un pensamiento sinérgico entre mundo intelectual y universo productivo, alianza estratégica indispensable entre la industria y la academia, (4) promueve la creación de diseños al servicio de la sociedad para resolver problemas neurálgicos y necesarios; además, (5) fomentan la creación de mentalidades emprendedoras capaces de concebir startups pertinentes. 

Otro reto importante es lograr que se comprenda que los espacios fundamentales para el verdadero aprendizaje son los de carácter “público”: los vestíbulos, plazoletas, jardines, parques y/o circulaciones que se conviertan en extensión de las aulas. En definitiva, todos esos espacios que nunca se consideran en las áreas del programa. 

En otras palabras, lo más importante al diseñar cualquier infraestructura educativa es concebir inteligentemente todo aquello que nunca te encargan y hacer que cada pieza del conjunto resulte en sí misma un instrumento pedagógico; la arquitectura como contenedor debe ser el primer instrumento de comunicación del pensum que rige el contenido pedagógico. 

 

¿Cuál fue el mayor logro en Universidad Ciudad?, ¿y el mayor reto?, cómo se logró la integración entre ciudad, naturaleza e institución?

El mayor logro de este proyecto es su sección. Por ella se logran diferentes grados de relación entre el campus y la ciudad y el espacio cívico. Se ofrece en cuatro diferentes niveles que responden a una topografía empinada muy sugestiva. 

En el subsuelo, una calle cívica que se alimenta con escaleras públicas en su extremo norte y sur, vincula diferentes patios que permiten perspectivas vinculantes con la ciudad, invitando destellos de sol y de verde que desdibujan la noción de sótano. Para reforzar una calidad vivencial, en el extremo opuesto a esta calle interna se planteó un espejo de agua que recibe un jardín colgante que inunda de matices verdes todas las estancias. 

En el nivel de la calle, unas urnas periscópicas activan los servicios universitarios para garantizar una vitalidad urbana que anime la banqueta cubierta que opera como intercambiador cívico, linterna urbana y bazar de encuentro. El retranqueo de estas urnas respecto al paramento principal del edificio, triplicó el ancho insuficiente de la banqueta existente sobre la Avenida Séptima, arteria estructurante de la ciudad. La doble altura de esta galería urbana le confiere una escala de dignidad cívica a lo que opera naturalmente como una estación de transporte público y donde confluyen varias paradas del mismo. Las oquedades entre las diferentes urnas dan paso a múltiples escaleras que dan acceso al nivel del espacio público por excelencia del campus. A su vez, rodeando el costado interno de estos puestos de servicios universitarios se desarrolló un car lobby semi cubierto que da acoge a los visitantes. 

En el segundo nivel, las urnas ofrecen servicios bancarios que atienden desde un deck que da conectividad con la plazoleta del campus, ya desde esta plataforma se aprecia el corazón verde del campus. Finalmente, en el quinto nivel se planteó un espacio cívico activado por cafés y locales de comida que sirven a ambos costados de la grieta que divide la volumetría del edificio y atienden un tapete de grama que invita a acostarse a contemplar los cerros y la ciudad. Desde este promenade se aprecia simultáneamente la ciudad, el campus y los cerros mientras se extienden las jornadas de estudio. 

 

Universidad Ciudad

 

¿Cuál es la aportación de +UdeB Arquitectos para tener un mundo mejor?

Haber logrado que tanto los edificios como el mobiliario urbano se comporten como un instrumento hospitalario que invita, recibe, protege y recrea a quien se aproxima a ellos. 

Haber podido entregar a las ciudades donde intervinimos una arquitectura cívica atemporal, memorable, interactiva y amigable; que se presenta con una variedad de escalas que permiten tanto la experiencia íntima como la colectiva; una arquitectura que aboga por una participación comunitaria inclusiva y de convivencia; una que solo encuentra su validación en la apropiación que de ella hace el público en su cotidianidad o en medio de actividades extraordinarias. 

Haber ofrecido una arquitectura civilizada, cortés, educada, que busca refinamiento tectónico para avanzar; para poder cultivar, refinar, instruir y recrear a sus moradores o apaciguarlos en caso de una cultura urbana de extrema violencia. 

Haber desarrollado una arquitectura dispuesta a servir, pero también, a inspirar, a seducir, a encantar, a fascinar, a cautivar, con atmósferas evocadoras. 

Haber concretado una arquitectura que logra la estrecha simbiosis entre la morada y el morador; que es en definitiva lo que realmente le proporciona el carácter de nido a los recintos. 

En esencia, haber logrado que las obras que concebimos y construimos encarnen sin restricciones el papel de anfitrión o hostess, aportando valiosas estrategias que servirán de cimiento para el surgimiento de una Arquitectura Anfitriona. 

 

Plaza de la Libertad

 

¿Qué cualidades consideras deben tener las firmas de arquitectura tanto en Colombia como en México?

Tener el interés y la capacidad de realizar alianzas estratégicas a nivel nacional e internacional para abordar procesos de co-creacion que se enriquecen con las experiencias de las firmas participantes. Poder adoptar estrategias que ya han demostrado su validez es un paso crucial en la construcción de un conocimiento global de la profesión, en especial, cuando se abordan temas de las ciudades latinoamericanas, donde la falta de equidad en cuanto suministro de espacio público e infraestructura de servicios es un factor que promueve la violencia urbana. 

Tener siempre una mirada territorial ante cualquier encargo y buscar el máximo de correlaciones entre los diferentes factores y actores que afectan el equilibrio entre lo edificado y el contexto natural. El nivel de violencia de una comunidad o nación no se puede deslindar de la usurpación que estas cometen contra el territorio que habitan; no es un secreto para nadie que la Ciudad de México y Medellín han mostrado una apatía desconcertante en su historia de desarrollo urbano, ante la relación urbe- paisajes del agua. 

Tener siempre presente que la arquitectura es un instrumento político que cuando se plantea con inteligencia es muy efectiva en detonar procesos de transformación cultural y que cuando se plantea con ligereza y miopía acelera procesos de destrucción territorial como ninguna otra profesión. 

 

Entrevista: Patricia de la Rosa

Fotos: Alejandro Arango Escobar y Sergio Gómez

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